viernes, junio 15, 2007

Voy a buscar los zapatos mas cómodos, barreré debajo de la cama y apagare todas las luces. El teléfono no va a sonar, de eso estoy seguro. En la maleta esta la pala, una cámara, algo de dinero y un par de relojes atrasados para andar con calma. Esta vez, las despedidas son para llevar, y las promesas...abundan.

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